CARLA RIPPEY
Biografía
Nació en Kansas City, Estados Unidos, en mayo de 1950. A partir de los 18 años estudió en la Sorbona de París, Francia. Asistió a la Universidad Estatal de Nueva York en Old Westbury, de 1969 a 1972, momento en que esta escuela desarrollaba un programa de educación ambiental. Es Licenciada en Humanidades (B.A. Liberal Arts). Se inició en el grabado en los talleres de la Universidad de Chile y en la Universidad Católica de Chile. En 1973 llegó a México. Participó durante dos años en el taller colectivo de grabado del Molino de Santo Domingo, en el Distrito Federal. Cuenta con diversas exposiciones individuales y colectivas en México, Estados Unidos, Japón, España, Francia, Marruecos, Italia y Bélgica. Entre sus exposiciones individuales destacan Todas las Cosas de la Nada, en el Museo Universitario del Chopo, UNAM, México, 1998; Dos Décadas de Obra Gráfica, Museo Nacional de la Estampa, IBA-CNCA, México, 1992; El Sueño que Come al Sueño, Museo de Arte Moderno, INBA-CNCA, México, 1993. Ha compartido créditos en exposiciones como Artists on the Road, Travel as a Source of Inspiration, en el National Museum of Women in the Arts, de Washington, Estados Unidos, 1997; El Cuerpo Aludido, Anatomías y Construcciones, México, Siglos XVI a XX, en el Museo Nacional de Arte, INBA, México, 1998. Desde 1997 y hasta el año 2000, es miembro del Sistema Nacional de Creadores, del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca), México.
Texto Tomado del artículo "Las tres perversiones de Carla Rippey" Por Olivier Debroise
Desde hace varios años, Carla Rippey explora el mundo de las fotografías y este apego aparente le vale subrepticias y demoledoras críticas. Utiliza fotografías en sus grabados, sus dibujos y sus pinturas sin esconder ni disfrazar las referencias. Por ello, trabaja casi siempre el blanco y negro del gráfito o de las tintas, a los que en algunas ocasiones agrega discretos tintes de colores deslavados, apagados, como los que emergen con los años de las emulsiones de sales de plata corroídas por la luz y la humedad. Busca traducir asimismo ciertos efectos de sombra, gradaciones en las tonalidades de grises, a los que la fotografía, poco a poco, nos ha acostumbrado.
Esto es algo que flota en la superficie de los cuadros de Carla Rippey, un andamiaje formal algo perverso. Juega con la apariencia fotográfica. En efecto, Carla Rippey no copia las fotografías, a lo sumo se refiere a ellas. En su revisión de las imágenes detecta elementos que recompone en sus dibujos. Yuxtapone diversos fragmentos con la intención de crear relaciones visuales sorprendentes. Esto es más evidente en algunos de sus polípticos más ambiciosos, en Lords of the Wood y en Kuai: El Desbordamiento, reconstrucciones disímbolas en las que las imágenes se complementan unas a otras en su contingencia.
Pero esto no es lo esencial. Ciertas alteraciones de los originales son mucho más sutiles y graves. Carla Rippey descompone las imágenes. Trae a un primer plano datos visuales (objetos o figuras) del segundo o del tercero; abre o cierra el espacio; introduce además, mediante recursos discretamente tomados del comic-strip, sino de la fotonovela, efectos visuales como expresiones de ciertas sensaciones o movimientos sugeridos por la perdida de los contornos, estos despintados característicos. Fabrica inclusive otras "fotografías" a partir de tres, cuatro o más imágenes. O las inventa y, en este caso, se remite a obras maestras de la pintura sino, más sencillamente, a sus propios recuerdos. Una técnica emparentada con el fotomontaje, más que con el collage o mejor dicho, con las imágenes artificiales o sintéticas a las que, desde algunos años, nos han acostumbrado los video-clips y los comerciales televisivos: objetos que semejan una representación, pero fueron creados en laboratorios computadorizados.
Los cuadros de Carla Rippey no son, por lo tanto, copias ni imitaciones, sino complejas construcciones que se refieren al sistema de apreciación de lo real que el siglo XX ha erigido en su realismo. Trampantojos sofisticados.